¿Te has sentido alguna vez culpable por "descuidarte" en verano? ¿Crees que el buen tiempo invita a los excesos y a dejar de lado los hábitos saludables? ¿Te has preguntado alguna vez si realmente el verano es una época para descuidarse o, por el contrario, puede ser el momento perfecto para potenciar tu bienestar?
El verano, a menudo, se asocia con playas, terrazas, helados y escapadas improvisadas. Un cóctel de placeres que, si bien nos brindan momentos inolvidables, pueden llevarnos a caer en el autoengaño y a descuidar nuestra salud. Solemos pensar que, con la llegada del calor, todo se vuelve más permisivo y que retomar las rutinas saludables será más fácil en septiembre. Sin embargo, esta mentalidad puede ser contraproducente y llevarnos a perder los beneficios que hemos conseguido durante el resto del año.
Cuidarse en verano no solo es posible, sino que es más importante que nunca. Las altas temperaturas, la mayor exposición al sol y los cambios en nuestras rutinas diarias ponen a prueba nuestro organismo. Por eso, es fundamental mantener una alimentación equilibrada, hidratarse correctamente, practicar ejercicio físico de forma regular y protegernos del sol.
Reflexiona
A menudo me comentan “quiero cuidarme pero ahora que viene el verano, no es buen momento. Ya empezaré en septiembre”. ¿Te suena?
Si leíste mi ebook el pasado verano, esto no te vendrá de nuevo, pero aprovecho para recordarlo:
¿Por qué creemos eso? ¿Por qué creemos que el verano no es un buen momento para cuidarse?
Porque hace tiempo pudo ser así. Eran tiempos de verbenas en los pueblos y encuentros familiares, esos encuentros siempre se hacían en torno a comidas, en las celebraciones tenían cabida productos poco comunes el resto del año, como refrescos, alcohol o los helados, que solo se podían encontrar en el mercado en esa época del año. ¿Y ahora? Nada de lo descrito es exclusivo del verano.
El contexto social y económico es totalmente distinto, podemos reunirnos muy a menudo con familiares y amigos, solemos hacerlos en muchas ocasiones en bares y restaurantes que ya nos ofrecen esa variedad de productos, al igual que podemos comprarlos en cualquier momento del año y tenerlos en nuestro hogar. Lo que antes era una excepción ahora es la norma… pero seguimos pensando que el verano es una época de tentaciones en la que no es posible cuidarnos, y esas tentaciones ya se han arraigado en nuestro día a día.
En definitiva, lo hemos normalizado y la gran pantalla y la publicidad han hecho un gran trabajo para que así lo creamos .
Te invito a que hagas una lista con todos tus logros alcanzados con hábitos saludables lo que llevas de año ¿has ido al gimnasio o has ido a caminar cada semana? ¿has dejado de consumir azúcar? ¿has incorporado más fruta y verdura a tu menú?... escribe todos esos aspecto que has cuidado durante estos últimos meses Y ahora te pregunto ¿Seguro que quieres renunciar a esos logros por la creencia de que el verano es para saltarse las reglas?
Cuidarse en verano es fácil
1. Alimentación:
Frutas y verduras frescas: Aprovecha la abundancia de productos de temporada para llenar tu plato de colores y sabores. Son ricos en vitaminas, minerales y fibra, que te ayudarán a mantenerte hidratado, saciado y con energía.
Hidratación: Beber agua es fundamental, especialmente en los días más calurosos. Lleva siempre contigo una botella de agua y no esperes a tener sed para beber.
Comidas ligeras: Opta por platos frescos y fáciles de digerir, como ensaladas, gazpachos, arroces o pasta integral. Evita las frituras, los alimentos procesados y la bollería industrial.
Helados caseros: Si te apetece un dulce, prepara tus propios helados con frutas naturales y yogur. ¡Una alternativa más saludable y deliciosa!
2. Ejercicio físico:
Actividad al aire libre: Aprovecha las horas más frescas del día para salir a caminar, correr, montar en bicicleta o nadar. El ejercicio físico te ayudará a mantenerte en forma, reducir el estrés y mejorar tu estado de ánimo.
Deportes acuáticos: Si te gusta el agua, puedes practicar deportes como surf, paddle surf o natación. Son actividades muy refrescantes y divertidas que te ayudarán a tonificar tu cuerpo.
Yoga o pilates: Si buscas una actividad más relajante, el yoga o el pilates son excelentes opciones para mejorar tu flexibilidad, fortalecer tu musculatura y conectar con tu cuerpo y mente.
3. Descanso:
Duerme lo suficiente: Dormir entre 7 y 8 horas al día te ayudará a mantenerte con energía y a recuperarte del desgaste físico y mental del verano.
Siestas cortas: Si te sientes cansado durante el día, puedes tomar una siesta corta de 20-30 minutos. Te ayudará a refrescarte y a volver a la acción con más energía.
Técnicas de relajación: Practica técnicas de relajación como la meditación, el yoga o el mindfulness para reducir el estrés y mejorar tu calidad del sueño.
Encontrarás más consejos en este artículo: alimentación saludable en verano.
Recuerda que el verano no es una excusa para descuidarte. Al contrario, es una época ideal para adoptar hábitos saludables que te ayuden a sentirte mejor y a disfrutar al máximo del buen tiempo. Sigue priorizándote, cuida tu alimentación, hidrátate, haz ejercicio físico, protégete del sol y descansa lo suficiente. Así, podrás disfrutar del verano sin remordimientos y volver a la rutina con las pilas cargadas.
¡Disfruta del verano de forma saludable!
P.D.: Dedicado a quienes se cuidan sea la época del año que sea, a quienes se priorizan, a quienes son constantes . A todas aquellas personas que han observado que es la época del año con más frutas y verduras a nuestro alcance, y que nos hidratan y alimentan proporcionando lo que realmente necesitamos en verano.