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Hábitos saludables para cultivar una autoestima sana y fortalecer tu identidad

Actualizado: 8 dic 2023

¿Te comparas constantemente con los demás y eso te crea insatisfacción contigo mismo? ¿Te exiges la perfección en todo y eso te conduce a abandonar tus objetivos porque no los alcanzas de la manera que tú quieres? ¿Te centras en tus errores y fracasos, mermando tu autoconfianza y desaprovechando los aprendizajes que te aportan esas experiencias?


Mujer formando un corazón con sus manos

La identidad hace referencia a la imagen y la percepción que tenemos de nosotros mismos, incluyendo nuestras características, roles, valores y creencias. Por otro lado, la autoestima se refiere a la valoración y el aprecio que tenemos de nosotros mismos, nuestra confianza en nuestras capacidades y nuestra capacidad de aceptarnos y amarnos a nosotros mismos.


La forma en que nos vemos y nos valoramos, es decir, nuestra autoestima, está intrínsecamente ligada a nuestra identidad. Nuestra autoestima se ve afectada por cómo percibimos nuestras características, habilidades, logros y fracasos en relación con los demás y con nuestras propias expectativas.

Así que ten especial atención con las etiquetas, las comparaciones y el perfeccionismo, ya que pueden ser un campo de minas para tu autoestima. Recuerdo de pequeña vivir con las etiquetas de # flaca, # blanca, # enfermiza, # tímida, # seria y escuchar constantemente las comparaciones con mi hermana que era justo lo contrario. También recuerdo compararme con otros niños y compañeros de clase porque ellos podían hacer algunas actividades que mi salud no me permitía y eso generaba un diálogo de desvalorización recurrente en mis pensamientos. Ese sentimiento de no encajar reforzaba mi autoexigencia por ser perfecta y me gané las etiquetas # buena estudiante y # buena trabajadora ¡Qué presión! no me podía permitir ni un desliz. Interioricé que mi forma de pensar, actuar y sentir era rara y yo misma me creé una identidad “la rara soy yo” que como podrás intuir de sana tiene más bien poco.


Las etiquetas que nos imponen, ya sea por parte de los demás o incluso por nosotros mismos, pueden tener un impacto significativo en nuestra autoestima y nuestra identidad. Estas etiquetas pueden limitar nuestra percepción de nosotros mismos y restringir nuestras posibilidades de crecimiento y desarrollo personal. Cuando nos etiquetamos o somos etiquetados de cierta manera, como "tímidos", "fracasados" o "gordos", internalizamos esas creencias y comenzamos a vernos a nosotros mismos a través de esas lentes limitantes. Esto puede llevar a una baja autoestima y una sensación de identidad distorsionada. Es importante desafiar esas etiquetas y reconocer que somos seres complejos y capaces de crecer y cambiar. Al cuestionar y rechazar las etiquetas negativas, podemos liberarnos de sus limitaciones y cultivar una autoestima más saludable y una identidad más auténtica y plena.


Así que para, toma tres respiraciones profundas, sigue leyendo atentamente y reflexiona sobre cómo crear hábitos saludables para construir una buena relación contigo mismo.


Conoce y acepta tu verdadera identidad


El primer paso para cultivar una autoestima sana es desarrollar un conocimiento profundo y realista de tu identidad. De TU identidad, no la que los demás te han impuesta o la que has generado al compararte con los demás. Cierra el pasado. Tómate el tiempo para reflexionar sobre quién eres realmente: tus características, talentos, valores y creencias. Explora tus pasiones, intereses y metas personales. Acepta tu identidad única y abraza todas tus facetas, reconociendo tanto tus fortalezas como tus áreas de mejora. Al aceptar y valorar tu verdadera identidad, estarás sentando las bases para una autoestima sólida.


Reconoce tus logros y fortalece tu autoestima


Una parte importante de construir una autoestima saludable es reconocer tus logros y fortalezas. Celebra tus éxitos, por pequeños que sean, y reconoce tus habilidades y talentos únicos. Reflexiona sobre tus logros pasados y cómo has superado desafíos. A medida que reconoces tus logros, te das cuenta de tu capacidad y te sientes más seguro de ti mismo. Además, identifica tus fortalezas personales, aquellas cualidades y habilidades en las que destacas. Al enfocarte en tus logros y fortalezas, estarás reforzando tu autoestima y construyendo una imagen positiva de ti mismo.


Afronta tus desafíos con confianza


Enfrentar los desafíos de la vida con confianza es esencial para fortalecer tanto tu autoestima como tu identidad. Acepta los desafíos como oportunidades para crecer y aprender. Permítete salir de tu zona de confort y enfrentar situaciones difíciles con valentía (y valiente no es quién no tiene miedo, es quién aun teniendo miedo se enfrenta a ello). A medida que te enfrentas a tus miedos y superas los obstáculos, te das cuenta de tu capacidad para enfrentar los desafíos y te sientes más seguro de ti mismo. Cada vez que enfrentas un desafío con confianza, fortaleces tu autoestima y construyes una identidad más resiliente.


Cultiva una mentalidad positiva y autocompasiva


Desarrollar una mentalidad positiva es fundamental para fortalecer tu autoestima y reforzar tu identidad. Enfócate en los aspectos positivos de ti mismo y de las situaciones que enfrentas. Practica la autocompasión y el amor propio, tratándote con amabilidad y comprensión. Acepta tus imperfecciones y errores como parte del proceso de crecimiento y aprendizaje. Vive con sentido del humor. Permítete aprender de tus experiencias sin juzgarte de manera negativa. Al cultivar una mentalidad positiva y autocompasiva, estarás fomentando una imagen positiva de ti mismo y fortaleciendo tu identidad.


Busca el crecimiento personal y la autenticidad


El crecimiento personal y la búsqueda de la autenticidad son fundamentales para fortalecer tanto tu autoestima como tu identidad. Establece metas realistas que te inspiren y te desafíen a crecer. Identifica áreas en las que te gustaría mejorar y trabaja en desarrollar nuevas habilidades. Permítete explorar tus pasiones y expresarte de manera auténtica. A medida que te enfocas en tu crecimiento personal y en ser fiel a ti mismo, estarás fortaleciendo tu identidad y construyendo una autoestima sólida.


Recuerda que es un proceso continuo, así que sé amable contigo mismo y disfruta del viaje hacia una versión más segura, auténtica y confiada de ti mismo. Al practicar estos hábitos, te convertirás en la mejor versión de ti mismo y podrás enfrentar los desafíos de la vida con mayor confianza y resiliencia.

Cuando tenemos una identidad sólida y positiva, es más probable que tengamos una autoestima saludable. Si nos conocemos y nos aceptamos a nosotros mismos, nos sentiremos más seguros de quiénes somos y estaremos más dispuestos a enfrentar desafíos y perseguir nuestras metas.


Mujer caminando libremente en el campo

P.D.: Dedicado a todos los que me habéis conocido con el nombre de María José (aunque me hayáis llamado María, Marieta, Pepa, Mariajo, Marijose, Marijose, Mary, Mery Joe… y yo no haya dicho nada al respecto con mi afán de encajar). Gracias por respetar mi decisión y llamarme Mía, ya que forma parte de mi camino personal para reforzar mi identidad y mejorar mi autoestima. De corazón, gracias :)


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