¿Se te antoja tomar algún alimento cuando lo ves anunciado? ¿Eliges productos sin azúcares añadidos o sin aceite de palma? ¿Te atraen los productos light o bajos en calorías? ¿Estás seguro de elegir libremente los productos que añades a tu cesta de la compra?
La publicidad tiene un gran impacto en nuestras elecciones alimentarias e influye en la idea inconsciente que vamos creándonos de esos productos. Los anuncios nos muestran alimentos sabrosos y apetitosos que parecen saludables, pero en realidad están llenos de calorías vacías y otros ingredientes sin ningún valor nutricional. Como adultos nos cuesta en muchas ocasiones ser críticos con la publicidad que nos llega relacionada con la alimentación, pero más vulnerable es la población infantil, que solo en televisión ve una media de 18,8 anuncios de alimentos diarios (dos tercios de los cuales son productos no saludables) sin contar con todos los impactos publicitarios que llegan por redes sociales, videojuegos o por otros medios.
En 2022, tal y como publicaron en anales de pediatría, el Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría se suscribió a la necesidad de una regulación y limitación de la publicidad de alimentos no saludables que abarcara todos los medios y todas las estrategias de marketing, y eso que desde el año 2005, y revisado en 2012, existe el código PAOS que establece unas reglas éticas que guían a las compañías relacionadas con este tipo de publicidad a evitar una excesiva presión publicitaria sobre los niños de 4 a 12 años. Si miramos las fechas podemos ver que algo no estamos haciendo bien, 2005, 2012… y ¿en 2022 aún suspenden en ética? Así que sigue estas recomendaciones para no caer en la influencia perniciosa de la publicidad alimentaria.
Estrategia número 1
Evita los alimentos procesados y opta por alimentos frescos y naturales. Los alimentos procesados a menudo contienen altas cantidades de azúcar, grasas saturadas y sodio, y son bajos en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra. Por otro lado, los alimentos frescos y naturales, como frutas y verduras, son ricos en nutrientes y fibra y pueden ayudar a mantener un peso saludable y prevenir enfermedades crónicas. Por desgracia son pocos los anuncios de frutas y verduras que vemos… ¿Será por eso que comemos menos de lo que nos conviene?
Los alimentos procesados a menudo contienen altas cantidades de azúcar, grasas saturadas y sodio, y son bajos en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra.
Estrategia número 2
Busca fuentes de información fiables sobre nutrición. La publicidad de alimentos a menudo se enfoca en el sabor y la conveniencia, pero no en la calidad nutricional de los alimentos. Es importante buscar fuentes de información para obtener información precisa y completa sobre los alimentos y su impacto en la salud. Hay muchísima información fuera de contexto sobre dietas, súper alimentos o alimentos prohibidos… Aunque no haya una marca de un producto concreto detrás, siempre hay quien se beneficia de esa información malintencionada.
Es importante buscar fuentes de información para obtener información precisa y completa sobre los alimentos y su impacto en la salud.
Estrategia número 3
Cocina en casa tanto como sea posible. Cocinar en casa no solo es más saludable que comer fuera, sino que también permite controlar los ingredientes que se utilizan en las comidas. Es más fácil evitar alimentos procesados y elegir alimentos frescos y naturales. Si aún no tienes clara la diferencia entre alimento y producto alimenticio, te recomiendo que leas el post anterior qué deber saber antes de comer alimentos procesados.
Cocinar en casa no solo es más saludable que comer fuera, sino que también permite controlar los ingredientes que se utilizan en las comidas
Estrategia número 4
Aprende a identificar la publicidad engañosa. Los anuncios a menudo se centran en la pérdida de peso rápida y fácil, pero en realidad no hay una solución mágica para perder peso de manera saludable y sostenible. Es importante aprender a identificar la publicidad engañosa y reconocer que una dieta saludable y equilibrada requiere tiempo, esfuerzo y paciencia. Desarrolla tu sentido crítico y compara lo que ves en el anuncio con la vida real ¿Estamos acostumbrados a ver en anuncios a personas obesas disfrutando de una bebida dulce y refrescante en verano?
Es importante aprender a identificar la publicidad engañosa y reconocer que una dieta saludable y equilibrada requiere tiempo, esfuerzo y paciencia.
Estrategia número 5
Lee las etiquetas de los alimentos. Las empresas de alimentos a menudo utilizan términos engañosos en la etiqueta, como "sin grasas trans" o "sin azúcares añadidos", para hacer que los alimentos parezcan más saludables de lo que realmente son. Por ejemplo, marcas de productos de cacao en polvo que antes vendían azúcar como si fuera cacao (ya que era el azúcar era el principal ingrediente) ahora ofrecen productos sin azúcares añadidos ¿Es ahora el cacao el principal ingrediente? ¿Ya no tiene sabor dulce? El reclamo sin azúcar añadido parece más saludable, pero al final vende maltodextrina o fibra soluble de maíz a precio de cacao con edulcorantes añadidos.
Es importante leer detenidamente la etiqueta y prestar atención a los ingredientes y la información nutricional. Si un producto tiene una lista de ingredientes larga y llena de aditivos y conservantes, probablemente no sea la mejor opción.
Es importante leer detenidamente la etiqueta y prestar atención a los ingredientes y la información nutricional.
Recuerda, elige productos con menos de cinco ingredientes y con nombres que sepas identificar.
Si quieres saber más sobre cómo aprender a leer las etiquetas, suscríbete al blog y recibe más información sobre este tema y muchos más.
Aplica estas recomendaciones para desarrollar tu propio criterio, y no el de las grandes marcas, y elige desde un estado de consciencia alimentos nutritivos y saludables, los que más te convienen.
P.D.: Dedicado a todas aquellas personas que se dieron cuenta del sospechoso cambio de color del logo de una famosa franquicia de “comida basura”, que pasó de tener una m amarilla sobre un fondo rojo, a una m amarilla sobre un fondo verde con la intención de suavizar su imagen de marca y posicionarla como más saludable. Como si por cambiar el color de su logotipo se obrara el milagro de erradicar la obesidad :(